En 1991, el segundo álbum de Nirvana revolucionó por sí solo la música rock en los albores de una nueva década.

Un cambio de espíritu cuya escala no ha sido igualada en las décadas posteriores.

Destiló el aburrimiento suburbano y la desesperación de una generación en una guerra relámpago de punk-pop de 42 minutos, convirtiendo al líder de la banda Kurt Cobain primero en un profeta y luego en un mártir. También marcó una ganancia inesperada para todos los grandes almacenes con un exceso de existencias de mercadería de la banda.

Sin embargo, eliminando el discurso desgastado del "legado", queda una verdad fundamental más modesta:

Nevermind es una muestra impecable de composición ejecutada con precisión militarista y fuerza contundente. Sus elogios fueron inevitables; sus superlativos son hechos.

Pocos álbumes merecen más una reedición de lujo que Nevermind.

Para conmemorar el 30 aniversario del lanzamiento de este álbum, Nevermind 30th Anniversary Deluxe contiene remasterizaciones de las cintas analógicas originales y selecciones de 4 conciertos en el Nevermind Tour de Ámsterdam, Melbourne, Tokio y Del Mar, California.